top of page

LOS NIÑOS y la NIEVE

Exceptuando nevadas como la ocurrida en Buenos Aires hace ya unos 16 años. Los argentinos, especialmente los porteños no estamos acostumbrados a los rigores del invierno y menos a prepararnos correctamente para su llegada. Es así como es común observar algunos inconvenientes con niños al llegar a los centros invernales

Algunos consejos.

Botas, es conveniente que tengan el taco lo suficientemente marcado para no resbalar. Debe ser una bota “abrigada” para no pasar frío (los niños se meten en la nieve con mucha facilidad y no son conscientes hasta el final de frío), y que no se moje a la primera (por tanto impermeable). Si no tiene botas de ese tipo, es conveniente rociar con líquido impermeabilizante que proveen una buena impermeabilización y pies secos.

14180_0_50619_14180_bannersaca_arbeloa_1400x320.png

En cuanto a la ropa de vestir, lo ideal es que este compuesta por diferentes capas para dejarle puesta las necesarias, huyendo del plástico. Serán imprescindibles guantes y gorro, además de abrigar el cuello mediante bufanda o braga. En caso de permanecer mucho tiempo, gafas de sol y crema de protección solar (factor máximo).

Con los más pequeños puede costar que se pongan las gafas y los guantes, en caso de que se los quiten, no darle importancia e intentar más tarde que se los pongan, ya que con el paso del tiempo lo verán como una cosa normal. Ayuda mucho que los guantes sean de colores llamativos o con alguno de sus personajes favoritos.

Respecto a la alimentación, el frío hace quemar más calorías para mantener en calor corporal. Por los que las comidas de invierno, guisos, bebidas calientes y con calorías (chocolate, leche.etc..) son ideales.
 

Finalmente, hay que estar muy atentos con los niños, pues ellos tienen más facilidad que los adultos para tener una hipotermia, aunque tampoco es recomendable agobiar con abrigo en exceso, que les provoque transpirar. Para los más pequeños, recomendamos jugar con ellos en la nieve, hacer que se acostumbren a ella, haciendo muñecos, construyendo pequeños igloos, tirándonos por laderas. Todo hace que se familiaricen con el medio. Siempre es más adecuado que hagan alguna salida a partir de un refugio o albergue de montaña que organice actividades en la nieve. Recordando siempre que caminar por la nieve cansa mucho más que ir por terreno seco andando: por tanto las etapas de la ruta debemos programarlas más cortas y los descansos más largos.

bottom of page